instalación de paneles solares
El sol puede proporcionar energía suficiente para dar electricidad a todo el planeta. Pero no puede hacerlo directamente. Los paneles solares son el intermediario que hace que la luz solar nos sirva de energía. Su diseño es simple, muy eficaz y permite el autoconsumo, lo que fomenta la sostenibilidad. En un futuro próximo, los paneles generarán electricidad incluso de noche.
Que es un panel solar?
Un panel solar es un dispositivo que aprovecha la energía del sol para generar calor o electricidad. Según estos dos fines podemos distinguir entre colectores solares, que producen agua caliente (generalmente de uso doméstico) utilizando la energía solar térmica, y paneles fotovoltaicos, que generan electricidad a partir de la radiación solar que incide sobre las células fotovoltaicas del panel.
En el colector o captador solar hay un líquido que absorbe la radiación solar en forma de calor, este líquido pasa posteriormente a un compartimento de almacenado de calor. Los paneles constan de una placa receptora y unos conductos por los que circula dicho líquido. El líquido caliente se hace pasar a un intercambiador de calor, donde cede su calor calentando el agua de posterior uso doméstico. Cuando sale del intercambiador de calor el líquido está frío y se recircula de nuevo al colector solar.
Los paneles solares fotovoltaicos constan de multitud de celdas, llamadas células fotovoltaicas, que convierten la radiación solar en electricidad. Se genera electricidad debido al efecto fotovoltaico que provoca la energía solar (fotones), generando cargas positivas y negativas en dos semiconductores próximos de distinto tipo, lo que genera un campo eléctrico que producirá corriente eléctrica.
Los materiales más utilizados para fabricar estas células son el arseniuro de galio (GaAs), que se utiliza en otros dispositivos electrónicos complejos, y el silicio (Si), de menor coste económico y que se utiliza también en la industria microelectrónica.
¿Qué células existen?
Las células de silicio son las más comunes y más utilizadas. El rendimiento de las células fotovoltaicas depende de la estructura tridimensional interna que tengan estas láminas de silicio. Según esta estructura podemos clasificarlas del siguiente modo:
– Células de silicio monocristalino: constituido por un solo cristal de grandes dimensiones que es cortado en finas láminas, generalmente de azul uniforme. Son las más avanzadas, el coste de fabricación es superior y proporcionan un superior rendimiento bajo determinadas condiciones.
– Células de silicio policristalino: están constituidas por varios cristales, tienen un color azul no uniforme aunque las últimas técnicas de fabricación ya otorgan de mayor uniformidad al aspecto de la célula.
– Células de silicio amorfo: no está formada por cristales. Es la más barata pero también las que menores rendimientos ofrecen, se utilizan, por ejemplo, en dispositivos como calculadoras o relojes y tienen la particularidad de que pueden producir electricidad (en poca cantidad) aunque no estén expuestas directamente a la radiación solar de manera perpendicular.
Los paneles solares sirven para generar calor y electricidad a partir de la luz del sol, dicho rápidamente. Dependiendo del caso, podremos hablar de dos tipos de paneles: paneles solares para energía fotovoltaica y colectores solares para energía térmica.
Paneles solares para energia fotovoltaica
Los paneles solares para energía fotovoltaica están formados por celdas que convierten la luz en electricidad y luego la transmiten mediante un cableado hacia una celda o pila fotovoltaica, que recibe la carga generada y la almacena, para suplir de electricidad a sus diversos usuarios locales.diversos usuarios locales.opción con baterías.
Las placas fotovoltaicas producen electricidad en forma de corriente continua y suelen tener entre 20 y 40 células solares.
colectores solares para energía térmica
Por los colectores solares se hace circular agua o un líquido termoreceptor, que se calienta con la energía captada del sol y es luego bombeado hacia un termo repleto de agua potable, a la cual se le cede el calor transmitido y el ciclo se reinicia.
Así se puede obtener agua caliente para uso cotidiano o para calefaccionar ambientes.